El programa reconoce a la Pedagogía como ciencia y se centra en el proceso formativo como objeto de estudio hacia el que se dirige la actividad científica del investigador a través de objetos de investigación más singulares que son contentivos de su especificidad epistémico–metodológica para preparar al ser humano en todos los ámbitos de su personalidad. De ese modo, se examina a la educación en sentido amplio y estrecho desde conceptos tales como desarrollo, educación, instrucción; desde sus procesos, resultados y funciones; la enseñanza-aprendizaje, lo docente-educativo, lo extradocente y lo extraescolar; en resumen, lo formativo como concernientes y síntesis de la Educación.

Referentes del marco teórico:

  • La concepción dialéctico materialista, sustentada en las tesis del marxismo-leninismo (materialismo dialéctico e histórico), el que incluye el principio de la educabilidad del hombre en la sociedad, a partir del sistema de influencias que actúen sobre él; el carácter histórico-concreto de la educación y el valor de la práctica educacional.
  • El legado martiano, como centro de atención, el cual incluye los valores que caracterizan a la educación cubana, la preparación para la vida, patriótica y ético-ciudadana del ser humano; como expresión más alta del desarrollo de un pensamiento cubano legítimo y revolucionario. A lo que se suman Varela, Luz y Caballero que aportan claves insustituibles en este ámbito.
  • Los preceptos de la política educacional cubana que tiene su base en la Constitución de la República de Cuba, la legislación cubana y las tesis y resoluciones del PCC, que determinan el modelo de educación cubana y el de hombre que se aspira a formar en la sociedad; además de la concepción del sistema de trabajo político-ideológico.
  • Los postulados del enfoque histórico-cultural del desarrollo de la personalidad, el cual analiza la relación entre educación y desarrollo, relación entre la zona de desarrollo actual y la zona de desarrollo próximo, el desarrollo integral de la personalidad, la relación entre actividad y comunicación y el concepto de mediación educativa.
  • La teoría de la actividad, desde la relación entre los objetivos de la actividad y el sistema de motivos, papel activo del hombre en su interacción con el contexto.
  • La concepción de personalidad y las características personológicas de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos; así como el diagnóstico y caracterización de la personalidad.
  • El ideario pedagógico de Fidel y su influencia en el proceso formativo revolucionario cubano; lo que incluye además la necesidad de la preparación sistemática de los profesionales de la educación, los conceptos de integralidad y de la calidad humana, científica y revolucionaria de los estudiantes y docentes en ese campo, como parte del capital humano que necesita la Educación. Ello integra los conceptos de Revolución y Cultura General Integral.
  • La tradición acumulada por parte de los diversos Ministerios dedicados a la Educación y a la formación-capacitación del potencial humano de la sociedad. En especial las experiencias acumuladas sobre el trabajo docente, curricular, metodológico e interdisciplinario en la educación.
  • Las aportaciones que han realizado múltiples autores contemporáneos a la Pedagogía, a la Didáctica y a la investigación que de ellas surgen, los cuales, en su diversidad, hacen que el conocimiento en dicho ámbito se engrandezca y desarrolle.

Desde esa perspectiva, en cuanto a la dimensión conceptual del Doctorado en Educación, como síntesis de los fundamentos anteriores, como soporte del programa que se propone, se parte de las siguientes inferencias:

  1. El ser humano necesita conocer la verdad sobre el mundo (es decir, dominar la ciencia en su sentido más amplio); también requiere encontrar y disfrutar lo útil, no puede vivir sin la belleza y sin buscar el bien en las personas y sus procesos. Hoy día, si bien la ciencia y la tecnología han resuelto muchos y extraordinarios problemas humanos, también son la razón del surgimiento de graves problemas sociales, en los cuales interviene la educación. Por eso, el enfoque de las ciencias pedagógicas se debe centrar en la mejoría de la vida humana y en la educabilidad desde enfoques humanísticos o éticos a tono con las bases generales arriba mencionadas. De tal modo, la tesis de doctorado en Educación no puede ser una simple investigación, por profunda y original que sea; ella ha de constituirse en una auténtica obra ética reflejo de la creatividad, la crítica honesta, el razonamiento audaz y la imaginación siempre en respuesta de los estándares éticos y profesionales que la ciencia representa, especialmente los relacionados con la sociedad, con la comunidad científica y con la protección de los derechos de las personas o sujetos de la investigación.
  2. Los resultados de la tesis doctoral en esta área deben constituir un aporte original a la educación y sus procesos constituyentes, que solucione un problema relevante de carácter social, científico, técnico o humanístico en los cuales la Pedagogía deba intervenir, en los que se demuestre un amplio dominio de la teoría y práctica relacionada con el tema, del método de la ciencia, y un uso pertinente del enfoque multi y transdisciplinario; por tanto, debe representar alguna contribución o adelanto del conocimiento con respecto del tema de la investigación y ser pertinente al área de especialidad del doctorando.
  3. El método científico no es siempre certero; el existe para develar información y descubrir lo que existe, pero no para inventarla. Él debe interpretarse de una forma muy amplia y flexible para poder traer a la luz saberes o conocimientos como producto de la observación intencional y sistemática (directa o indirecta) y el análisis lógico y crítico de lo observado desde la perfecta síntesis de lo cuantitativo y lo cualitativo. De ese hecho, la tesis debe ser congruente tanto, desde la perspectiva teórica (marco conceptual o teórico), como metodológica (enfoque metodológico propuesto).
  4. Se debe luchar por la rigurosidad científica, de manera que permita su difusión y publicación en los medios científicos nacionales e internacionales de diversa índole.
  5. Aunque la tesis sea una obra individual, ella requerirá de la cooperación y la colaboración con los otros; por lo que, para su desarrollo es positivo apelar a diversos especialistas, expertos o sujetos que contribuyan al logro de los resultados previstos. En ese sentido, lo interdisciplinario y lo transdisciplinario en las tesis doctorales supone la existencia de interrelaciones reales entre las disciplinas científicas y más allá de ellas, en donde se da una verdadera reciprocidad de intercambios y enriquecimiento mutuos. Las disciplinas que se relacionan o modifican, dependen unas de otras y transforman sus metodologías, conceptos y lenguaje.